jueves, octubre 30, 2008

Nosellos.

Un par de cueros imantados por el bombardeo de sus latidos. Apasionada reacción animal: el intenso sentir desplaza lo conciente, y entre tanto se incendian momentos que nadie admira.
Son hoguera para entibiar la frivolidad que les propone un mundo de otros.
Y cuando no arden desde su instinto, por otros costados atizan piras en pos de ahuyentar a las bestias renovables de este presente tan hostil para con los enamorados.
Es que su batalla es sobrevivir de a dos en un lugar echo a pedir del individualismo.

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