viernes, febrero 05, 2010

Esperanza.

Que esta lluvia que cae no diluya la vida.
Una causa extraviada no está aún perdida
si quienes deben encontrarla pueden buscar
todavía.

Si se hace de día o sale el sol
es porque van rompiéndose
o las noches de penumbra
o las nubes que marchitan
con implacable eficacia.

Si cada vez son menos
los momentos que deslumbran
encendamos algún fuego
y que la luz se haga nuestra,
con un llamado urgente
o despacio, lentamente.

A veces sacando telarañas
de rincones inconscientes
llegamos a un hermoso puerto
de inocencia inusitada
de virginidad mental.

También hay invocanciones
que traen de un tirón
flashes ajenos a este páramo mío
devolviéndole frescura
a una etapa que arde.

Si se trata de incendiar
los fantasmas agusanados
para exorcizarme un poco
habrá próxima una chispa.


No hay comentarios.: