miércoles, agosto 04, 2010

Infvierno doble.

El frío es un rasgo de la muerte,
un espacio en las fronteras mismas
donde todo se va helando
al parecer sin remedio alguno,
sumiéndose en un gris intenso
que cae del cielo vendado.

Las luces muy poco iluminan,
y hasta se alejan algunas estrellas,
junto con la Luna marchita
(hoy tan mate es su barniz).

Se llenan de mil preguntas
las certezas que albergaba
ayer con férreo entusiasmo,
por una estación deshojada
que acomete con su muerte
de noches escarchadas.


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