jueves, febrero 16, 2012

Vámonos de aquí.

La poesía y las palabras
se ausentaron con vos,
retiraronse al silencio
en un llanto mudo:
goteo constante del alma
secándose a tu sombra
que se yergue, enorme
sobre el bello ayer.

Apenados están el arte,
los sueños, las aves,
mis ansias, la tarde,
el amor, las ánimas,
los ojos, las alas,
la luna y los misterios.

Nomás sonríe la muerte
ufanándose de su robo,
ignorando que tu envase
dejó aquí su contenido.

¿Por qué la eternidad
es un sitio tan lejano?
Quizás este puente amarillo
me lleve hasta vos un rato.

1 comentario:

Melimé dijo...

Reencarnó en vos la poesía.