lunes, mayo 14, 2012

Derrotado (desganado).

Son las heridas abiertas
como un par de alas de nada
las que roen mis ganas
con su insensible asbsurdo,
dejando una piel inerte
sin alma ni primavera.

Las derrotas impuntuales
acaparan los relojes.

El frío recio
los rayos leves
el ego ajado
la muerte ahí...

El domingo nauseabundo
(una esencia con arcadas
hechas de abstemias resacas)
otra vez hace su (des)gracia.


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