jueves, diciembre 22, 2016

Representantes de un vil ayer.

El sol y los centauros
se adueñan de Diciembre
en un teatro refrito
que siempre huele a muerte,
a asfalto coagulado,
a esclavos efectivos.

Los recuerdos se mezclan
en un vapor luctuoso,
las esquinas se exilian,
los cráneos escasean.

La argucia del legado
dispersa y anestesia
a un gran sector privado
(de análisis e ideas)
difusor cotidiano
de axiomas con copete.

Y vos, yendo a rezarle
al santo pertinente,
dejando la esperanza
en los Clasificados.
 Y ellos, en su recreo
extenso, descansándote,
durmiéndote los sueños
ausentes y mohosos;
brindando sin brindarte
pidiéndote sin darte.



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