jueves, abril 16, 2009

Ésta crisis.

La crisis está en las calles, no en los bancos.
En las plazas enrejadas por el miedo,
en las almas enjauladas por una paranoia de inseguridad ultravioleta.
En los cielos de colores putrefactos, de cableados invasivos, de rascacielos inevitables.
En las caras que se caen hasta el suelo.
En el eterno apuro de ansioso absurdo que busca llegar más rápido que el mismo tiempo.
En la congoja de la luna, sufriendo su soledad porque las ochavas nocturnas pierden concurrencia.
En el suelo despoblado de los bosques calvos.
En los cementerios improvisados de especies que ya no volverán.
En el olvido progresivo del amor y su cultivo.
En la estética como parámetro del progreso humano.
En la idolatría material y su burdo escalafón.
En el loop que cae constantemente la historia.
En la desconfianza absoluta que nadamos a diario.
En el ninguneo espiritual.

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