jueves, diciembre 27, 2007

Izquierdiario.

Entre tanto personaje de historietas que la historia ha regalado, queda cierto relegado que el comercio ha disparado (igual que aquel confundido que le dio muerte como a un árbol de carne y hueso).
Una especie de mesías de la idea del amor, la otra mejilla de todos, y con una cruz mucho más ancha que cualquier madera clavada, su calvario salvaje de tupidas arboledas lo llevó como un milagro destinado a perdurar en los rincones del corazón popular.
¿Cómo sería un bis a bis entre estos dos barbudos?
Exponiéndose quizás los sueños más ambiciosos, con derroteros diferentes pero igualmente arraigados en su ímpetu.
Y esas imágenes de trascendencia son un tesoro que debemos hacer prevalecer... necesitamos clavar los ganchos en una fe que nos condense, porque sino nos queda poco para terminar siendo nuestro propio menú.

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