domingo, diciembre 16, 2007

Tirando del hilo de plata.

Abstracto.
La sensación de estar más liviano que el aire y sin embargo volver al cuerpo que pesa como mil toneladas de angustia terrenal.
El sol ya no brilla en este rincón, independientemente de la alegría de las flores.
Comienzan a repoblarse de esquimales los rincones más australes de este ser, donde no hay más luz que algún disparo marginal.
Y ahora, abstracto.
Desolado, del lado de la soledad, el costado más gastado del alma.

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