Sería fantástico encontrar el botoncito de Off escondido en mi cabeza.
Atar los fardos sueltos de locura nociva, que si no se empaquetan se pudre todo.
Desafiar por caso a las sombras que siempre quieren merendarse cualquier alegría, y no les importa mi opinión al respecto.
Este lavado pluvial es algo digno de amor...
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