El niño Atardecer se enchastró las manos de pintura y decoró el lienzo sin prejuicios artísticos ni búsqueda conceptual: sencillamente se dedicó a esparcir belleza por todos lados.
Agarró algunas nubes, las empapó de Sol, y fue dispersándolas, mientras borroneaba el fondo desde la magia que sus dedos guardan.
No escatimó en colores, texturas, formas... se despachó con lo mejor de su imaginación arcoírica.
3 comentarios:
Hace años luz qe no te veo, pero seguis siendo ese hermano que la vida hizo que me cruze en la vida!
Te amo oso!
:)
bueno repeti vida sin darme cuenta =P
Que se van a poner melancolicos?... yo espero el momento en el cual nos volvamos a cruzar de verdad nuevamente... es algo mas que una supersticion.. un abraso para los dos!
Feru.
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