miércoles, diciembre 16, 2009

Atemporal.

Siento al tiempo jugarme,
como su capricho de turno
encarnado entre mis huesos
hamacándose en mi mente.

Sus agujas futuristas
se van clavando sin tregua
inyectándome ansiedades.

Y el pasado se esmera
en querer ser para hoy
lo que ayer jamás logró.

Se vuelven contradicciones
los segundos que atraviesan
este espíritu inconcluso
de infinito anacronismo.

No hay comentarios.: