miércoles, febrero 09, 2011

Momento mendocino.

Sobre una mesa roja
flotan mis ensoñaciones
doradas como ese rayo
que cae al atardecer.

Fluye la gente incierta
(o tan cierta que no cabe
ningún pensamiento nuevo)
por la calle San Martín
buscando lo que no encuentra
(sobre todo en tal periplo
de aburridas noverdades).

Preguntan por mi presión
y prefiero esta ignorancia
que no se daña a sí misma.

Circula el tránsito, leve
para mi densa costumbre
de metrópolis espesa.

Quiero escribirlo todo
y no me alcanzan las letras
y no encuentro las palabras
para estampar en esta hoja
lo que busca mi birome.

No hay comentarios.: