jueves, mayo 09, 2013

Retrato.

Afuera todo es quietud,
un manto oscuro y parco
sin frío para temblar
ni calor para bailar.

Imágenes sin ojos
que estallan en silencio,
las estrellas tan firmes
como los adoquines
con la mirada perdida
en otras lontananzas.

Algún fantasma errante
se mueve con sigilo,
preso de la prosa
derritiéndose en su mente,
soñando con canciones
hechas a su medida,
volando a pesar del peso
que le impone su pensar.

Los cordones vacíos,
los árboles sibilantes,
un río que no se ríe
ni de su propia inexistencia.

Voces inalcanzables
estrellándose en la distancia,
apurándose hacia el vacío
de sus noches impecables.




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