Del catorce al veintidos, sin escalas
como un viaje al miserable cultural
o al cielo de los que sabemos poco
pero queremos mucho.
También soñar, soñamos
pero a veces nos olvidamos de dormir
como si la cama tuviera el famoso monstruo
y la noche los antidotos y pócimas
para batallarlo cuando sea que sea.
Uno es a veces el que cree
en los cuentos que la vida le contó.
1 comentario:
Soñar, Soñar y Soñar, hasta que la vida nos lleve a lo aterno, a lo efimero de la relidad.
Un abrazo.
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