miércoles, julio 11, 2007

Entre Flores y Milagros.

Vamos, Florencia, a dar una vuelta al mundo, con el revés al izquierdo, como debe ser.
Tenemos amor, que ya chorrea por todos lados, casi enlagrimado por la bendición de unos ojos enloquecidos. Y estos besos tan tuyos, tan de ella, tan míos, remiendan con verdes hilos cualquier desgarro.
Naturalmente, tu dulzura es la grieta de cualquier infinito paredón de dolor, cuando hacés y deshacés la inconciencia.
Mágicamente, su dulzura es el chispazo de la varita en cosas que sólo el Sol puede animar.
Y así se dividen los más lindos suspiros, los más fervientes besos, el deseo más cordial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aguante el faso guachín.

Saludos