domingo, julio 22, 2007

Solrisa.

Me gusta verte reir porque parece que todo se estuviera riendo con vos, como si fueras un balde de pintura espiritual arcoirica que se vuelca sobre todo su entorno.
Como si de repente tus mejillas pudieran manipular el calendario y transformar cualquier momento en viernes a las 6 de la tarde.
Qué lindo parece todo cuando te reís.
Por un momento no hay botas ni votos ni futuro ni pasados, y la lavandina de tu sonrisa le destiñe los trajes a las sombras.
Y me olvido de olvidarme, de acordarme, de llegar.

Qué instante de edén tu sonrisa.

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