martes, julio 31, 2007

Perder el juicio.

Dorada y ferviente musa de la mano del vapor anular.
Momentos que deshacen credos unilaterales para este siendo bifurcado.
Obtusas moralinas: el peor costado de las drogas.
Pero ¿por qué tu martillo de roble si no sabés respetar tu propia conciencia?
¿Por qué tu túnica negra si el peor pecado se parte en dos?
¿Por qué tu peluca blanca? Si en la cita en el respeto nos desencontramos...
Subibajas del ego ciego, pesando en la justicia los gramos de locura, de fisura, de cordura.
Dictadura por herencia, mito legado, inconciente emparchado.
Si nos van a dar la sombra en el reparto de los roles, no esperen que cumplamos un papel misericordioso.
Y si la bondad nos invade de golpe, tampoco se acostumbren.
Hay costados para todos.

No hay comentarios.: