Te llevo todo el tiempo
enroscada en la muñeca
colgada del cuello
anclada en mi anular
clavada en el corazón,
como una espina que echó raíz
y florece constantemente,
aun en los rincones invisibles.
Flotando entre la gente
o explorando soledad,
no hay espacio sin tu huella
ni olvido que te alcance.
Pero mi idioma naufraga
cuando siento tan complejo
el llenar tu corazón,
y sólo vuelvo a la vida
si amanece una sonrisa
y rompe tu oscuridad.
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