jueves, diciembre 04, 2008

La gula de Adán y Eva.

Humanas son las miserias, porque humana es la razón, ese costado que piensa más allá de lo que necesita, y busca más allá de lo que encuentra.
La anvición roe objetivos sin llegar nunca a satisfacer su ego, que crece como un elástico sin fin ante cada nuevo alimento (el estómago espiritual también cae en la obesidad, y después, m'hijo, no hay quién lo mueva de su confortable lecho prematuro).
¿No basta con un pedazo de cielo para sembrar los rayos que el sol regala?
A algunos les queda chica cualquier sonrisa...

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