martes, septiembre 21, 2010

Libertad de presión.

Si pudiera tomar una metáfora
y transformarla en metralla
dispararía un millar de intentos
para desarmar sus absurdos
discursos: dramáticos shows
de pacata ingeniería anestésica,
buscando antes el olvido
que la propia información,
viciando de esterilidad
los más profundos credos.

Quisiera encarnar mis letras
en sus mentes algo abstractas
del momento que nos toca:
emanciparse es voluntario,
la primavera está acá afuera
y es asunto de uno mismo
el salir a su encuentro hoy.

Pero jactarse del miedo
para quedar como un mártir
no es más que un epígono
del invierno y sus encierros.

1 comentario:

Eternauta dijo...

CLAP, CLAP, CLAP

Brillante todo el texto, y principalmente la última estrofa...
Lo bueno es que ese miedo que tanto pregonan tiene cada vez menos eco...

¡Abrazo!