jueves, agosto 15, 2013

Destino irrenunciable.

Esquirlas en el tiempo,
un instante sin sol
dentro de la tarde
somnolienta.

Enojos, desazones,
canciones, esperanzas,
un manojo desposeído
por los labios del vacío.

Estéril inventario
de latidos insensatos.
Frías antinomias,
cruel anonimato.

Con viejas recetas
no hay nuevas delicias,
con tierra agotada
no crecerán flores
en las urnas sucias,
llenas de cenizas.

Lo que ha germinado
sabe a primavera,
pero muere fácil:
todavía es frágil
al viento del olvido,
al frío del recuerdo.

No hay comentarios.: