sábado, agosto 03, 2013

Fe intensiva.

Sagrados ojos rojos, dorados, grises,
involucrados en una triste locura
sin nada de tu dulzura, abrumados,
ensombrecidos, asombrados, absortos.

Entradas que dan salida, nuevas vidas,
el llanto es desencanto y también es alegría.

Se abren paso ominosas sirenas:
mar aferrándose a la tierra
con sus garras arraigadas a sentir
el encanto de la vera, la próxima primavera.

Tantas miradas transpirando
fragilidad, sal y desconsuelo...

Sangre consagrada, palabras
llenas, con el alma sobre las palmas
ofreciéndose sin límites ni razón,
empuñando corazón y convicción.

Dolores. Esperanzas, rayos y soles,
aún en la noche, aún las verdades.

Siento canciones desde el silencio,
enredadas con tu imagen en mi pecho,
llamándote a no dejar de llamear,
a no ceder el fulgor de tus luces.




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