viernes, septiembre 24, 2004

Me hacés jodida falta, aunque cada vez que lo pienso, me quiero cortar la lengua para no decirlo, los dedos para no escribirlo y la cabeza para no pensarlo. Quisiera salir de mí, y patearme hasta que con la sangre se vaya ese capricho. Me encantaría ser un tercero para poder venir a hablarme en el idioma que comprendo y sacarme esa obsesión de la cabeza.
Pero yo no puedo conmigo mismo. No puedo conmigo, tuyo. No puedo sin vos, menos sin mí.

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