jueves, junio 16, 2011

Cándida y cirujana.

El deporte estático de observarte
es mi disciplina-medicina
cuando los vientos se arremolinan
en el centro de la conciencia
para que no me lleven, raptado,
a su viaje introspectivo
(un periplo tenebroso
en espiral hacia la nada).

Es que tu gracia me extirpa
del enredo filosófico
que es la muerte aproximándose
un paso a cada suspiro
por más que sea una playa
lo que queda por caer
en este reloj antiguo.



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