viernes, marzo 22, 2013

Siempre yendo.

Subir, bajar, estacionarse
en un peldaño demencial:
la meseta y la locura
no son buenas compañeras.

Sin ideas ni ambiciones
se nos enreda el sentido,
y cualquier indiferencia
se transforma en laberinto.

El misterio es el motivo:
eso que no has descubierto
es lo que nos mantiene vivos
buscando en este desierto
oasis que se hagan ciertos
y nos llenen de adjetivos
que cumplan el objetivo
de hacernos soñar despiertos.

En los libros o en los bares,
o en el fondo de los mares:
algún sitio esconderá
nuestras musas irreales.

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