viernes, agosto 06, 2004

Orejas frías.

Dientes ígneos son caníbales
de un hielo demoledor
estangulando al sol
en sus propios almíbares

Las rodillas que flaquean
No resisten el embate
Y estimulan un escape
Frente al mar que las rodea

Ya sin prisa, ya con calma
De rojo se viste el clima
Pues no hay nieve en la sima
Ni en los ojos, ni en el alma

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