sábado, febrero 11, 2006

Mes.

Si las hojas del calendario
se marchitan y van cayendo
como el más cíclico árbol
los días suman rubíes
en la cantera de tu sol
que arde y quema las sombras
y arropa mi corazón,
abraza y arrulla mis miedos,
y me presta sin dudar
dos piernas hermosas
para correr de la muerte
que me persigue incesante.

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