Todavía me emocionan los frascos chicos de la vida
y el enorme poder de fuego que tiene una sonrisa
para pasar a valores a la oscuridad y sus ecos.
Sin total inocencia mas con poca perversión
de ese atuendo fabuloso brotaban chipas
que incendiaron de magia algunos rincones perdidos.
Y si tintinea para siempre
entonces algunas cosas
no tienen perdición posible.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario