Este apego a los vanos placeres
que destaca lo gris del crecer
mientras voy descubriendo poderes
que jamás voy a poder tener.
El abuelo, una elegía, un libre
bandera del magma juvenil
y la desgracia no toca timbre
porque al peón lo comió el alfil.
Para colmo esta tristeza
en la cara de jotaerre
el arquero y su certeza
pa' su ilusión, un cierre.
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