martes, abril 04, 2006

La risa de placer.

...entonces volvió a las andanzas
como el que no puede con su genio,
ese que te chifla de adentro de la lámpara
y te pide que le des un beso esquimal
para cumplirle 3 deseos a tu corazón.
Criminal la atracción.

Se tomó sus veinte minutos
y ya se come al reloj:
el tiempo pasó sin golpear
por la puerta de sus ojos.

¿Qué consejo le vas a dar
a un alma satisfecha?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que cuide a su alma