jueves, abril 27, 2006

El cristal con que se mire...

Hay que lidiar con la paradoja
de que mi felicidad es su calvario.

Hartos ya de los diálogos
infinitos intentos de persuación
como jugar al frontón
pero con pelota de vidrio.

Nadie le pregunta a mi corazón
quién tiene el poder divino
o qué raro dios le reza
cuando extraña los latidos.

Y después terminaremos
encontrándonos muy lejos
o tal vez, solo tal vez,
demasiado cerca estemos.

La celda necesita presos
la ley necesita fugitivos
ellos necesitan a esos
yo te necesito conmigo.

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