jueves, agosto 27, 2009

Hacia adelante.

La espera es desde siempre, y así será. Hasta la nada misma.
No invento si digo que lo último que queda es una ilusión, porque cuando todo esté en ruinas, igual quedará en pie el sueño de reconstruir los esplendores.
El desengaño existe, pero no es más real que una nueva esperanza.
La vida de los anhelos también es finita y renovable: la fatalidad no sólo juega para los contrarios.
Cuesta poner las energías en una apuesta incierta,
y sin embargo no hay mejor ganancia que la inesperada.
El futuro no deja de venir, es río de experiencias que nos fluye constantemente
entre las piedras, nutriendonos por el desgaste, devolviendo vida a la vida misma.
Seguir es la consigna, más allá de todo, porque donde hubo muerte
mañana crecerán flores, nuevos colores de los que beberán los hijos del hoy.
Nada se pierde si no nos detenemos.

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