domingo, enero 09, 2011

Comprender para aprender.

La tierra atesora en su memoria
aquello que el olvido pretende extraviar
entre promesas jamás encarnadas
y presagios de dudosa concreción.

Aquellos atropellos sin escrúpulos
se repiten como las mismas estaciones
(aunque traten de extirparnos el estío
aunque quieran enfriar la primavera)
y el camino hacia la sabiduría
no es más que una revisión intensa
de las huellas que aquí nos trajeron
para saber dónde pisar mañana.


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