Se derrama la luna
en el valle inmediato
escurriéndose áurea
atardeciendo irónica.
Un frío de otros tiempos
se viene a reposar
sobre nuestras palabras
que intentan ignorarlo
o, al menos, soportarlo.
¡Qué inefable marco!
El recorte cordillerano
decorando mi horizonte
salpicado por un vino
hecho de uvas y ambrosía
para brindar contra todo
lo que se quiera oponer
a esta perfecta velada
símbolo de la eternidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario