Se oye en el sótano
un murmullo creciente,
y tiemblan los miedos
de altos cotizados.
Todos los rincones
van trayendo ecos:
viene una tormenta
atronando antiguos
pensamientos sordos
(de oídos tapados).
Se hace insoslayable
el clamor que llega
a la boca misma
de aquella escalera.
Se apagan las sombras
con una alborada
que surge de abajo,
y a su paso abraza
lo que antes fue frío
de oscuras jornadas.
Llamarada de almas
incendiando el centro
y todo lo obsoleto
del mezquino ayer.
¡Caravana heroica
de pasiones vivas!
Tu bramido místico
se resiste al tiempo,
sabe ser eterno
y sabe conquistar
(como a don Leopoldo
que eligió bajar).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario