Delirios de narcolepsia
en la previa de un diluvio
indeciso, indiferente.
Atenta sin atenuantes
contra todo el contorno.
Un colapso y los retornos
al eterno laberinto.
Los mares quieren caerse
de la cornisa celeste
arrojándonos con ellos.
Las sábanas grises
de esa altísima cama
tientan tanto a estas
tintas tontas sin tintero
que no puedo interponerme
ni internarme, ni ponerme.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario