Te extrañé, pero cómo te extraño.
Y cómo te voy a extrañar.
Con ese afan por rescatar del naufragio
a cuanto marginado apareciera,
sosteniéndolo con poesía
(un Neruda del Bajo Flores)
y con su propio arrabal.
La incordura con sombrero
y una melena de león albino
haciendo juego con la lira.
Rocanrol, tango y suburbio:
nuestro Buenos Aires querido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario