domingo, noviembre 19, 2006

Fantasías Animadas de ayer y hoy.

Está tan lejos hasta el más mínimo cerca que no podés agarrarte ni del aire, por el cual resbalás en ese tobogán sin fin. Y cuando parece que hay una asidera... zas, otra patinada. En ocasiones te vas colgando, como esos dibujitos que siempre quedan por instantes en las cuerdas de tender la ropa que van de edificio a edificio. Pero eso no les salva el cuello, y pareciera que igual se van a untar en la avenida, hasta que, ahí sí, alguna mágica salvación (a veces visible, a veces dejada a los azares de la imaginación) los exonera de la muerte con su derecho de eternidad momentánea.
A veces somos dibujitos animados.

Y otras veces sólo borrones disgustados.

No hay comentarios.: