domingo, enero 21, 2007

El sentido.

Ya no somos carne humana, queridos comensales.
Nos abdujo el espíritu, implotamos y el interior se hizo exterior.
(también se puede decir que quedamos del revés, pero no vamos a inducir a las malas interpretaciones de esas mentes...)
Rebotamos como almas de goma en un frontón infinito, y el movimiento nos funde en este caldo anímico hirviendo.
Hay volatilización de sombras ante tanto furioso fuego.
Se hace bálsamo el salto y el choque y la sonrisa que se cruza cuando revolvemos nuestros rincones más aletargados en esa ronda de adrenalina y amor.
Rezamos a los gritos por un refugio que en ese mismo momento estamos construyendo.
Como el caos que se raja de su piel para ser realmente libertad.

No hay comentarios.: