martes, abril 10, 2007

Más basta que nunca.

Se nos escapa el gas, y explota todo.
Un enchastre que la seguridad nacional no puede meter abajo de la alfombra.
El epílogo del delantal, donde queda claro que el crimen organizado no aprende más.
¿Hasta cuándo van a seguir creyendo que las mejoras se dan por el miedo?
¿O no se dan cuenta de que el ghetto en que nos quieren meter es tan grande que terminan reprimiéndose a ellos mismos en pequeños oasis de riqueza malhabida?
Sáquense la venda, séquense los ojos acebollados, que el dolor no les corresponde desde su posición.
Hay una vida acá afuera. Y no queremos que la dejen entrar, sino que ustedes salgan a sentirla.

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