martes, agosto 14, 2007

Malherido.

" Escapando de mis sombras pretendo ir remando en contra de una corriente que me mata.
Es un río subterráneo que me ahoga de hace años, brota desde un antro de mi alma.
Llevo a este dolor como un estigma, como el tajo de una herida que nunca cicatriza.
Es como un infierno privado donde arden los llamados de mi corazón que estalla.
Soy un espíritu errante de esos que llegan y parten, nunca permanecen.
Soy para mi mismo un acertijo, el embrujo de un hechizo tropezando entre la gente.
La soledad es mi única amante, el amor una luz distante sonriendo en la boca de una mujer imposible;
sólo la calle me abre sus piernas en la ciudad de Buenos Aires, esa ramera decadente.
A veces creo que no hay remedio para tanto desconsuelo coqueteando con la muerte.
Pero sé que hay esperanza, y no se trata de confianza sino de controlar la mente.

Hay veces que me siento malherido
Tristezas descienden sobre mi, mi ángel ha caído.
Hay veces que me siento malherido,
la lucha entre el bien y el mal, de nuevo me ha dividido.

Me gusta cantar lo que se siente, me gusta ser el sobreviviente en un mundo habitado por fantasmas.
Me gusta agotar los placeres, me gusta el vino y las mujeres, me gusta acostarme con el alba.
Y si por eso el destino me acorrala cortándome las alas en un callejón sin salida,
pagaré el precio que sea, arrojaré mi suerte a la marea, y, mujer, te esperaré en la avenida.
Aceptaré mi suerte con honor, cuando quiero no me falta el valor para hacerme cargo de mi mismo.
Sólo es que a veces me siento un extraño, un peregrino caminando entre gente que no se le parece, no!

Hay veces que me siento malherido
tristezas descienden sobre mí, mi ángel ha caido.
Hay veces que me siento un malherido
la lucha entre el bien y el mal de nuevo me ha dividido.

Hay veces me río de mí mismo... "

Segundo.

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