en un ensueño muy breve:
pasan, raudos, sus colores
a través de mis sentidos
como una flecha urgente
sin destino perceptible.
- ¡Es tan veloz esta luz!
Permanezco saboreando
los resabios de un momento
que parece inexistente.
Y ha quedado, nuevamente
ese instante desolado
tras las ansias aplacadas
(del apremio contentado).
- ¡Pero aun resta primavera!
Entonces sueño de nuevo,
y que espere la nostalgia
su turno de días grises.
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