jueves, marzo 24, 2005

2 de copas.

Hoy que quiero brindar
necesito dónde chocar mi copa
para escuchar el tintineo
de dos felices bordes.

Pero no chocarla así,
en cualquier lado que se preste
en cualquier vaso o jarra
o incluso en cualquier fina copa.

Necesito que sea la tuya
porque me presta ese sonido
tan claro y eficaz
a la hora de brindar,
de pedir un sabio deseo
de futuro sin nubes,
o de nubes sin lluvia,
o de lluvia sin frío,
o de arco iris intenso.

Pero no veo tu copa,
solo un bosquejo de mano
que a veces me acaricia
y otras me distancia
no quizás por lo directo
sino más por la omisión
por esa no-iniciativa
que me condena al terror
al inseguro temblor,
y actualmente me asola.

No hay comentarios.: