lunes, marzo 07, 2005

Colmado de angustia por el tétrico pasado inmediato que resulta un eterno futuro de miedos. Ha mordido sin querer la manzana del gran trauma, y ahora llora mienrtas digiere su pecado ¿lo odio? Creo que no... claro que no. ¿Lo amo? Quizás... pero tampoco ¿Lo entiendo? Por supuesto. ¿Lo culpo? Tanto como a mí.
Pero claro, para ellos es un blanco perfecto. Bah, para algunos. Otros (y no sé quién es peor) lo defienden con uñas y dientes de su inapelable culpa.
En esa misma ambigüedad se mueve mi corazón para con él. No sé si lástima, bronca o comprensión, pero que me conmueve, me conmueve.

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