jueves, julio 17, 2008

Bhasta luego.

Los unos y los otros somos todos, en realidad.
Un país partido al medio da dos desastres.
Yo no quiero ni campo ni gobierno, ni oligarcas ni tiranos, ni burgueses ni soberbios. A mí me interesa que se fomente la unión y el respeto, la solidaridad, las ganas de tirar todos para un mismo lado. Es como la fábula de los dos burros: si cada uno arranca para donde le pican las ganas, la soga que los une termina estancándolos.
El poder político no le saca el hambre a los pibes, ni un porcentaje de las ganancias nos dignifica.
La realidad es lo que nos roza la piel todos los días, y no el rejunte de palabras que bombardea pantallas y periódicos.
Se trata de olvidar por un ratito el egoismo y procurar un futuro para todos, que la felicidad es contagiosa.
A ver si nos dejamos de joder un poco, che.

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