Hijo de un dios cuyano
y una madre casi eterna.
Bajo el guiño de gigantes
y a pasos de las estrellas
se ha criado tu misterio
que subleva mis sentidos.
Con la sangre y su reflejo.
Con el sabor impredecible
de tus caprichos terráqueos
con los perfumes precisos
pa' acompañar cada instante.
Adaptándote a los fríos
para entibiar el espíritu
o combatiendo las llamas
en compañía del hielo.
Con el baile que requiere
cada lapso compartido
tanto con unos
como con otros
o solamente nosotros.
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