lunes, diciembre 27, 2010

Incapaz.

No hay sal que alcance hoy
para aliviar su insipidez
(ni pimienta, ni un carajo
de lo que hay en mi alacena).

Todo es inútil para el mañana
de ese recuerdo selectivo
que prefiere atesorar sombras
y condenar lo demás al olvido.

No alcanza mi corazón
a complacer sus latidos
ni a llenar esos vacíos
que crecen constantemente.



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