"No hay motivo realmente, excepto el orgullo y la vanidad del menudo insecto que es el hombre, que espera picar al león y escapar del zarpazo." R. B.
jueves, enero 27, 2005
El cemento y el mar no se llevan para nada bien. No, no y no. La ciudad me coarta el infinito, y yo soy el mar. Y la luna es mi gurú. Ella y su mano me movilizan hacia ese futuro promiscuo.
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