Rompo y congelo, golpeo
la puerta del infinito desconocido
mejor que el malo por conocer
o de golpe una estrofa
y todo quiebra, como el tiempo
un caos furibundo que atrapa
almas en su ojo más sabio.
De pronto el atardecer
como la puerta a la paz.
Y estalla en mil pedazos
cualquier inconveniente.
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